Tripas à Moda do Porto en el Restaurante O Líder

Empezamos por lo más emblemático. Las tripas à moda do Porto no son solo un plato: son herencia viva. En O Líder, en Antas, esta especialidad se toma muy en serio. Con más de 30 años de historia, el restaurante está dirigido por Manuel Moura, presidente de la Cofradía Gastronómica de las Tripas. Preparadas con alubias blancas, carnes variadas y las famosas tripas bien lavadas y cocidas a la perfección, se sirven con arroz blanco, como manda la tradición. Y sí, siempre hay una cerveza bien fría al lado.

Arroz de Cabidela en O Buraco

Si te gustan los sabores intensos y las recetas con historia, el arroz de cabidela de O Buraco te dejará sin palabras. Es de esos platos de antes, hechos con paciencia y manos sabias. Antes de eso, prueba los rissois de pescado: crujientes por fuera, cremosos por dentro. El ambiente es sencillo y acogedor, como el comedor de un buen amigo.

Cachorrinhos en Gazela

Nadie visita Oporto sin pasar por el Snack-Bar Gazela. Sus famosos cachorrinhos – pan fino y crujiente, salchicha fresca, linguiça, queso fundido y salsa picante – son una experiencia sensorial única. Si está lleno (que lo está casi siempre), cruza la calle hasta Gazela Entreparedes. Eso sí, con paciencia y hambre. Y no olvides pedirlo «con picante».

Francesinha en Afonso

La francesinha ya es una estrella internacional, pero pocas brillan como la de O Afonso, en Cedofeita. Incluso Anthony Bourdain la elogió. La receta mezcla tradición y originalidad: mortadela con granos de pimienta, filete bien hecho, linguiça salada y una salsa picante con un toque de cerveza – todo cubierto por una generosa capa de queso fundido. Una locura deliciosa, y uno de esos excesos que valen cada bocado.

Bocadillo de Jamón en Taxca

En plena Rua da Picaria, Taxca – extensión del mítico A Badalhoca, fundada por antiguos clientes – es sinónimo de bocadillos de jamón de calidad. ¿El secreto? Un corte perfecto, sin hueso, y pan fresco con tres horneadas al día. Aquí se entra sin rodeos: un bocadillo, una copa de vino verde, y silencio para disfrutar.

Rojões (y más) en A Badalhoca

A Badalhoca es más que una tasca – es parte de la historia de Oporto desde 1929. Famosa por su bocadillo de jamón, el de rojões no se queda atrás. Directo de la olla al pan de la casa. También los hay de hígado e incluso de tripas. El alma del lugar es Maria de Lurdes Guedes, al mando de la cocina desde hace décadas. Basta ver las paredes: allí se come bien y se vive el Boavista con pasión.

Bifanas en Astro

Frente a la estación de Campanhã, O Astro es un clásico para quienes quieren comer bien y rápido. Las bifanas son jugosas, bien condimentadas y vienen siempre con un caldo verde y, por supuesto, uno o dos finos. Una parada obligatoria para quienes llegan o se van en tren.

Bocadillo de Pernil con Queso da Serra – Casa Guedes

Casa Guedes es casi un monumento en forma de barra. Su bocadillo de pernil asado con corteza crujiente y queso da Serra cremoso es pura magia. Puedes verlo hacerse al momento: el pan tostando, el pernil cortado, el queso fundiéndose. Cada bocado es un aplauso. Aunque la casa original ha crecido, su esencia sigue viva –  basta con ver la cola en la puerta.

Bolinhos de Bacalhau en Cozinha da Amélia

Y por último, un clásico de clásicos. Antes de cualquier comida, un buen bolinho de bacalhau es obligatorio. En Cozinha da Amélia, antigua casa Redondo en Ramada Alta, los bolinhos son crujientes por fuera, cremosos por dentro, con ese sabor honesto a bacalao y patata.