Dónde alojarse: vuestro refugio en el corazón de Oporto

Tanto si preferís la ligereza de un estudio con altillo, perfecto para momentos relajados, como el confort de un apartamento de un dormitorio más amplio, Almada 234 es el punto de partida ideal para explorar Oporto. Estamos en el centro de la ciudad, a pocos minutos a pie de los principales puntos de interés, pero en una calle tranquila: el equilibrio perfecto.

Viernes: Llegada y encanto junto al río

Tras hacer el check-in y descansar un poco, os sugerimos empezar vuestra escapada con un paseo romántico por la Ribeira. Las calles estrechas, los edificios de colores, los barcos rabelos y las vistas al Puente Luis I crean un ambiente verdaderamente encantador.

Para hacer la experiencia aún más especial, podéis hacer un crucero al atardecer con River Sightseeing. Ver el sol ponerse desde el río Duero es mágico y uno de los momentos favoritos de nuestros huéspedes.

Terminad la noche con una cena para dos y un paseo nocturno por el puente D. Luís I — las luces de la ciudad iluminada son simplemente inolvidables.

Sábado: Cultura, vino y Fado

Comenzad el día visitando la Librería Lello y la Torre de los Clérigos. Luego, disfrutad de un descanso en los Jardines del Palacio de Cristal, ideales para una pausa en pareja con vistas al Duero.

Por la tarde, cruzad el río hacia Vila Nova de Gaia y visitad las bodegas Burmester, justo al lado del puente. Las visitas guiadas son excelentes y la cata de vino de Oporto combina tradición, calidad y una vista magnífica.

Si tenéis tiempo, explorad también el WOW – World of Wine, un espacio cultural con museos, tiendas, restaurantes y bares que celebran lo mejor de Portugal, siempre con vistas impresionantes.

Al final del día, reservad entradas para un espectáculo de Fado en la Casa da Guitarra. El ambiente es íntimo y lleno de emoción – la forma perfecta de terminar el día con alma.

Domingo: Naturaleza, mar y una despedida con vistas

Por la mañana, id hasta la Foz do Douro. Un paseo junto al mar, una pausa en una terraza o incluso un baño si hace calor es la mejor forma de empezar el último día.

Si os gusta el arte y la naturaleza, no os perdáis el Museo y Parque de Serralves. El paseo entre las copas de los árboles es una de las experiencias más sorprendentes y relajantes de la ciudad.

Y para despedirse, os recomendamos un último momento juntos en el Mirador de la Serra do Pilar. Las vistas panorámicas de Oporto, sobre todo al atardecer, son el broche de oro para un fin de semana inolvidable.